martes, 3 de mayo de 2011

Una interesante novedad

Las conversaciones en el patio en torno a los conflictos que surgen entre los chicos de la ESO es algo habitual. La inquietud de los mediadores por querer participar y comenzar su labor empieza a dar sus frutos cuando esas conversaciones tienen una salida natural: ¿por qué no vais a mediación?. Los tutores animan a ello, los mediadores, por supuesto. Sin tener completa su formación se empiezan a celebrar las primeras mediaciones. Tal vez nos hayamos precipitado, pero la verdad es que los alumnos están dando una excelente impresión en el taller. Se trata de conflictos interpersonales no muy complejos, protagonizados por chicos y chicas que quieren dialogar y quieren experimentar la resolución pacífica. Por ello, las primeras mediaciones están siendo muy positivas. Los chicos mediados aseguran que los mediadores se lo toman en serio, que lo hacen bien y que hablan muy calmadamente. La imagen que tienen en sus clases también es positiva. Se trata de chicos que no son muy populares, y el papel de mediadores tampoco implica un excesivo protagonismo, así que es un tipo de liderazgo muy interesante.
Hay padre muy contentos con el papel que juegan sus hijos. La impresión que manifiestan es muy buena. Creen en ello, al menos a priori.
Los temas, variados, pero con un elemento común: la amistad. Chicos y chicas que habiendo sido amigos, o siéndolo actualmente, consideran que su relación ha empeorado, o se ha roto como consecuencia de malos entendidos, de críticas personales de unos hacia otros, etc. En otros casos, discusiones más serias e incluso peleas entre chicos.
Y los primeros frutos se consolidan. Las mediaciones acaban en acuerdos. Éstos se revisan a la semana o a los quince días, y generalmente, se están respetando las medidas que acordaron. Por su parte, los mediadores se sienten bastante orgullosos de lo que hacen.
¿Y todo es tan sencillo y exitoso?. Como suele ser habitual, las novedades traen consigo aspectos no tan acertados. Algunos chicos, entusiasmados por las salidas y entradas de clase no parecen saber diferenciar. Muy bien que valoren la dedicación de tiempo a sus conflictos personales, pero han de considerar que estamos en el colegio y que los tiempos cuentan. Generalmente son respetuosos con dichos tiempos, y saben priorizar, pero es inevitable que junto a algunos de ellos, maduros y serenos, tenemos otros chicos más nerviosos, inquietos e impulsivos, pero es la novedad. Creo que con el tiempo se asentarán estas prácticas.

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