domingo, 8 de mayo de 2011

Dialogar, dialogar, dialogar

Tras darle muchas vueltas, tanto a la teoría como a la práctica, empezamos a sacar algunas conclusiones. En primer lugar, los reglamentos de régimen interior, las normas de disciplina, la aplicación de normas, necesarias, sin duda, tienen en el diálogo el principal factor de prevención. Las actitudes hacia el diálogo, cuando son percibidas por los profesores, trabajadas e interiorizadas, se pueden convertir en una reorientación de la mirada, de los prejuicios y de los conflictos. Darnos cuenta de cómo escuchamos, y de cómo hablamos, con las dificultades y obstáculos que insconscientemente ponemos en juego es el primer paso para analizar la comunicación sobre todo en una situación de tensión o de conflicto. Los profesores a través de la dramatización diferencian la escucha de la escucha activa, y los diferentes estilos comunicativo, diferenciando la comunicación asertiva.
El día a día con los adolescentes es un constante intercambio de mensajes que pueden transmitir diferentes mensajes. Cuando somos conscientes de qué transmitimos y qué reacciones pueden despertar nuestros mensajes, podemos variar nuestro lenguaje verbal y sobre todo, el no verbal. La distancia adecuada, la mirada, los gestos de las manos, la actitud inclinada pero no rígida, los gestos directos pero suaves... y sobre todo, el tono de voz, seguro, firme pero tranquilo, pausado...
Las personas, adolescentes o no, que enfrentan mensajes asertivos, pierden gran cantidad de sus argumentos defensivos, se ven obligadas a dialogar, argumentar y justificar sus actitudes. Es el primer gran paso hacia la comunicación por parte de los profesores, su estilo comuicativo.
Sentirse escuchado es sentirse considerado, en igualdad de condiciones con la otra parte, y sobre todo, respetado. Del mismo modo que el estilo asertivo, el profesor que sabe escuchar tiene gran parte de su trabajo facilitado. Cuando las personas, adolescentes o no, se sienten escuchadas, creen que tienen en cuenta sus opiniones, argumentos e ideas, cambian su posición frente a la otra parte.
Estos pueden ser los principales cambios que se estén registrando en un centro que decide aplicar estrategias de prevención y tratamiento de conflictos, sea o no en el aula. El díálogo es una potente herramienta para el entendimiento, de eso nos cabía duda, pero ahora experimentamos que es una potente herramienta para la prevención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario