martes, 24 de mayo de 2011

Habilidades en la gestión del proceso de solución

Siguiendo con la entrada anterior, y de nuevo con Josep Redorta como base teórica e inspirador, analizamos la relación de las habilidades que propone trabajar, con nuestro programa:

Habilidades en la gestión del proceso de solución de los conflictos:

* Conocimiento de los recursos básicos de solución de conflictos en sus diferentes posibilidades
* Comprensión de los mecanismos de poder
* Habilidades en comunicación de todo orden. escucha activa, expresión oral, comprensión de la comunicación no verbal, etc.
* Capacidad de tomar decisiones adecuadamente
* Capacidad de gestionar adecuadamente las emociones implicadas
* Capacidad de usar la creatividad en la búsqueda de soluciones
* Capacidad de entender los mecanimos de atribución de responsalibidades y culpas
* Capacidad de saber distender en momentos de tensión
* Conocimiento de las técnicas específicas de solución de problemas.

Sobre las técnicas de solución de problemas y los recursos básicos, hablamos de contenidos a los que no llegamos de manera grupal. Se trata por tanto de contenidos que se tratan en el taller: el arbitraje, la negociación, la mediación, son estrategias que los mediadores deben manejar. Ellos son también los principales receptores de otro aprendizaje interesante en el manejo de situaciones complejas, ya sea por la tensión y el nerviosismo que desencadenan en las partes, ya sea por la diversidad de aspectos a considerar. La búsqueda de alternativas a los hechos ocurridos, el planteamiento de qué consecuencias tiene cada una de las acciones de los protagonistas de los casos, conlleva el juego de alternativas, la elección de las mismas y la reflexión sobre dichas consecuencias.

Las estrategias para distender y desbloquear situaciones, forman parte de las dramatizaciones del taller.

De nuevo es el estudio de casos el que nos da pie a trabajar el manejo de emociones, que de nuevo es un contenido transversar a la tutoría, vinculado a las competencias, y trabajado también desde las áreas. También la experimentación y la vivencia de situaciones, aunque ficticias, bien diseñadas para ser lo más cercanas a su realidad, les hacen tener que decidir, argumentar, dar razones, entender puntos de vista, y todo ello conlleva formar un pensamiento más flexible, que relaciona elementos, que genera ideas también complejas.

La comunicación también se trabaja de manera transversal, como contenido muy incardinado con otras actividades de tutoría, y dentro de las áreas (diálogo, exposición, debate...). Pero específicamente, el tratamiento de conflictos parte de una base teórica y práctica de comunicación eficaz. Como en otras entradas ha quedado reflejado ya, la escucha activa y la asertividad deben ser tratadas de manera sistemática y consciente en el trabajo de cada uno de los casos.

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